martes, 17 de agosto de 2010

Domingo



Me he levantado y me he espachurrado en el sofá sin desayunar. He cogido el mando y he encendido la tele en un acto inconsciente, mecánico. He zapeado unos segundos: una periodista entrevistaba a una mujer a la que se le ha caído media casa encima por un problema en los cimientos. En otro canal, el entrevistador intentaba exprimir al máximo los sentimientos de una joven que ha acudido al plató porque su novio le “ha puesto los cuernos con la pastelera del barrio”. Estará más buena, he pensado yo. En otro click he visto cómo el presentador de un programa se relamía al probar un delicioso guiso recién cocinado, lo que me ha recordado que hoy es domingo y no puedo comprar nada. Luego he descubierto cómo evitar que una avispa te pique en medio de la playa gracias a un super-invento casero hecho con una botella y un poco de Coca-cola. Me lo he apuntado en un papel para hacerlo cuando consiga salir de Madrid. En otro click, una tal Maru se quejaba de la vecina de arriba: al parecer tiene la extraña manía de mover los muebles a altas horas de la noche. “¡ya no puedo más con esto joé!”, ha gritado arrebatándole el micrófono al periodista. En el resto, nada interesante. Tal como ha dicho Mafalda en su viñeta, sólo hay televisión.

1 comentario:

  1. como se nota que estas sola en casa, col las chicas..imposible ver la tele..aunque no sé que es peor :OP

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